Cualquiera puede decir mentiras y la mentira es parte de la realidad humana. La mentira está con nosotros desde la prehistoria hasta hoy. Vivimos para mentir y es así: es difícil decir la verdad. Así mismo, todos deberíamos diferenciar entre lo verdadero de lo falso. Pues, recientemente hallaron la tumba que podría ser la de Jesús. El hecho fue presentado en el documental El sepulcro de la sagrada familia de Discovery Channel, producido por el famoso cineasta James Cameron, director de largometrajes como El exterminador y Titanic.
Sin embargo, ¿esa tumba pertenecía en realidad a Cristo? En realidad, puede que sí sea. La tumba que nunca dejó ni siquiera un hueso –al menos en la creencia popular religiosa– pero en donde Jesucristo fue posiblemente cremado, sepultado o enterrado, no ha sido vista desde hace 2.000 años. Sin embargo, éste no es el primer escándalo que desnuda la verdad sobre la muerte de Jesús. Los evangelios apócrifos, separados de los evangelios que se publicaron en las Sagradas Escrituras son una fuente rica para los estudiosos religiosos. Los evangelios de Mateo, Lucas, Marcos y Juan, publicados en el siglo II de la era cristiana, han sido interpretados a diferentes lenguas, lo que trae confusión a muchos de los que han estudiado las Sagradas Escrituras.
Pero, ¿cómo se pueden interpretarse las Escrituras? Las sectas quieren que la Biblia se interprete literalmente, sin embargo, cuando las Escrituras eran redactadas, se hablaba en modo metafórico, en base a las tradiciones orales de los judíos. Por ejemplo, la creación del mundo, según el Génesis, significaría metafóricamente, la creación del estado judío. Una libre interpretación "modernizada" del Génesis, sería (irónicamente) el Big Bang, la teoría aceptada de los científicos sobre el origen del Universo. El Apocalipsis se interpretaría como el destino final de la raza humana y del Universo. La resurrección de Jesús se puede interpretarse como una metáfora espiritual; aquí la resurrección equivaldría al triunfo del espíritu sobre el cuerpo.
Para algunos, la Biblia debe ser considerada como un libro científico que puede ser considerado como exacto, pero en la realidad debe ser considerado como un libro sagrado, escrito por personas que pudieron cometer errores. Sin embargo, los descubrimientos de la ciencia moderna han superado las creencias populares. Antes de que se descubriera que el Universo se expandía, por ejemplo, la gente pensaba que siempre estaba fijo. Todas las religiones pensaban que el Universo estaba siempre quieto. Cuando Edwin Hubble descubrió que el Universo se expande, los miembros más fundamentalistas de todas las religiones ignoraban la teoría. Hoy sucede lo mismo; muchas sectas como los Adventistas del Séptimo Día o los Testigos de Jehová ignoran aún que el universo se creó a partir de una reacción química muy fuerte; igual sucede con el descubrimiento de la tumba de Jesús; muchos se niegan a aceptar este hecho. Los fundamentalistas creen que "esto es una mentira"; ellos afirman que Cristo "murió en la cruz y resucitó". Sin embargo, el descubrimiento de la tumba de Jesús podría romper con algunos mitos del cristianismo.
Por ejemplo, se dice que Cristo transformó el agua en vino. Sin embargo esto se interpretaría como un mito, pues según Robert Graves, se interpretaría que Jesús solamente tomaba agua del río Jordán, la que finalmente todos los fieles tomaron como si fuese vino. Igual sucede con la pasión de Cristo; Graves considera que la resurrección de Jesús significaría la victoria de la energía frente a la masa. Los Testigos de Jehová creen que Cristo no murió en la cruz sino en un garrote. Los quienes hayan descubierto la tumba de Jesús, tendrán la última palabra si Cristo murió o no en la Cruz.
Pero, aquí no terminan las coincidencias; llueven muchas dudas sobre la existencia "divina" del Señor Jesús. Fernando Vallejo en su libro La p… de Babilonia afirma que "Jesús no existió ni en cuerpo y alma como pretenden los evangelistas, ni como espíritu no encarnado". Si esto fuera así, ¿cómo pudo existir Jesús? ¿Cómo un profeta o cómo un demagogo? ¿Tuvo Cristo, hermanos, hijos, sobrinos o esposas? ¿Vivió Cristo por más de 33 años? ¿Murió Cristo o no en la Cruz? ¿Están las interpretaciones de la Biblia de todo el mundo equivocadas en relación con la vida de Jesús?
La obsesión de la Iglesia cristiana por instaurar una verdad única para Jesús, trajo consigo inútiles consecuencias; las incesantes persecuciones de la Iglesia y contra la Iglesia no han cesado desde los orígenes de la Iglesia. Desde los primeros tiempos del cristianismo, los cristianos han sido perseguidos y persiguieron a los que ellos consideraban que no eran fieles. Los cristianos han perseguido a los que no creían en Dios; han sido perseguidos musulmanes, fariseos, gitanos, liberales, politeístas, ecologistas, terroristas, comunistas, tecnócratas, hombres de mundo e incluso sacerdotes infieles o cualquiera que se opusiera a la "verdad divina". Además, los cristianos han sido frecuentemente perseguidos. Desde Jesús, la naciente iglesia cristiana fue perseguida por el estado y establecimentos religiosos. La persecución romana de los cristianos culminó en la Gran Persecución de los Dioclecianos y terminó con el edicto de Milán. La persecución de los cristianos persistió o se intensificó en otros lugares como en Persia. Luego, Cristianos viviendo en países islámicos eran sujetos a varias restricciones legales que incluían impuestos y un veto en construir o reparar iglesias. Los cristianos a veces sufrieron también persecución o confiscación de sus propiedades.
La Biblia, tal como es hoy, es el resultado de varias revisiones hechas por la Iglesia Católica durante varios siglos, como resultado se eliminaron los evangelios "apócrifos" para admitir únicamente los que ellos consideraban "sagrados". Los evangelios, escritos en arameo, griego y latín hubieron de ser traducidos en varios idiomas, con lo que la confusión comenzó a reinar.
Cuando ocurrió el funeral de Elvis Presley, los que asistieron al funeral nunca vieron el cadáver del "Rey del Rock". Así, se creó el mito de que Elvis sigue vivo. Igual sucede con Jesús; antes de que la tumba fuera descubierta, la gente pensaba que Cristo estaba en el más allá. Aún después de que la tumba fuera descubierta, mucha gente sigue pensando que Cristo está vivo.
Sin embargo, hay mitos religiosos que han sido felizmente superados por el avance de la ciencia a partir del siglo XIX. Antes del siglo XIX, se creía que todos los hombres descendían de Adán. Hoy en día se cree que el hombre desciende de una compleja evolución, gracias al avance de la técnica. El mito de que el mundo fue creado por Dios también fue desterrado, gracias al avance de la geología y la cosmología. Recientemente se descubrió que el diluvio universal estaba relacionado con la erupción del volcán Santorini, que pudo haber causado un tsunami a partir del mar Mediterráneo.
Hay mucha histeria entre las sectas e iglesias cristinas por saber si Cristo murió o no en la Cruz, si Cristo resucitó o nunca, si Cristo fue hijo de Dios o solamente de hombres, etc. Las ideologías religiosas y científicas chocan entre sí con el paso de los años, y cuando la evidencia científica destruye el mito religioso, varios grupos religiosos, especialmente los más fundamentalistas rechazan la nueva creencia científica.
En octubre de 1988, luego de varias investigaciones científicas, se demostró que la Sábana Santa de Turín no era sino, una misteriosa obra de arte, cuyo artista aún no se conoce. Aún así, los católicos más fundamentalistas creen que el Santo Sudario es la túnica de Cristo.
Hoy en día, los cristianos necesitan saber la verdad sobre Cristo. Cristo lejos de ser un profeta o demagogo, era un hombre común, muy fiel a su religión. Más bien, era un líder espiritual que predicó que aún en tiempos de guerra, hay que hacer el bien entre todos. Como Jesús, hubo también otros líderes espirituales a través del tiempo; desde Gandhi pasando por la madre Teresa y el Dalai Lama, debemos considerar que no tenemos que exceder de los bienes materiales.
27 abril 2007
13 abril 2007
El desastre ecológico que viene (III)
Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, el calor es "la energía que pasa de un cuerpo a otro y es causa de que se equilibren sus temperaturas", pero también puede considerarse al calor como "la sensación que se experimenta ante una elevación de temperatura". Es cierto que el calentamiento global en la actualidad es producto del efecto invernadero debido al exceso de dióxido de carbono en la atmósfera. Y este calentamiento global, los científicos afirman que provocará el derretimiento de los glaciares, sequías masivas que provocarán hambrunas fatales en África y otras regiones, deforestación de las áreas forestales, altos índices de extinción en varios ecosistemas. Todo esto, fruto de un progreso irracional de la especie humana que cree que nada se puede destruir. Los físicos creen que la materia-energía no se puede crear ni destruir, pero yo sé que la masa-energía sí se puede crear y destruirse. Albert Einstein dijo que la materia no es más que energía altamente concentrada. Sin embargo, los hombres dicen: "Nada se va a destruir", pero pueden agotarse recursos valiosos como el agua, petróleo y carbón, sin embargo, estos dos últimos están destruyendo los frágiles ecosistemas del mundo.
Aunque la deforestación en las áreas tropicales produciría un efecto de calentamiento global, un estudio reciente afirma que la deforestación en las zonas donde la nieve es más común, sin embargo puede llevar, irónicamente, a un efecto de enfriamiento global, pero no se va a enfriar en cero absoluto.
Según el Diario de Cuyo de San Juan, Argentina, en su editorial publicado el 12 de abril de 2007, reza en su editorial: "El hombre a desarrollado a lo largo de la historia distintos ideales pero, a su veces en su concreción, sólo piensa individualmente y no en los derechos de los demás. Perseguir la satisfacción de las necesidades individuales sin pensar en la importancia del planeta como aldea global, ha llevado a esta (nefasta) realidad."
Aunque los seres primitivos convivían mejor con sus recursos que el hombre moderno, la destrucción moderna del medio ambiente comenzó con la revolucion industrial que se originó en Europa en el siglo XXVIII. Sin embargo, los seres humanos antes de descubrir el fuego, vivían con una abundancia en recursos naturales. Ello dista de los actuales tiempos de escasez, en que se produce, generalmente, debido al desequilibrio entre la población y los recursos naturales disponibles.
El agua, sinónimo de vida en la tierra (el 75% del cuerpo humano está compuesto de agua), se está volviéndose en un recurso escaso. La sobreexplotación de los acuíferos en varias partes del mundo y la demanda creciente de agua creará conflictos entre el uso agrícola, industrial y doméstico de este recurso. En 2000, 508 millones de humanos vivían en 31 países afectados por escasez de agua y según una estadística de la OMS, poco más de mil millones de humanos carecían de acceso a agua no contaminada. África tiene el 11% de los recursos hídricos pero el 13% de la población, Asia tiene el 60% de la población pero el 36% del agua, Europa tiene 13% de la población, pero 8% de los recursos hídricos, el continente americano cuenta con el. Ello dista de la disponibilidad del agua en tiempos primitivos, que era mucho más abundante.
Aunque la deforestación en las áreas tropicales produciría un efecto de calentamiento global, un estudio reciente afirma que la deforestación en las zonas donde la nieve es más común, sin embargo puede llevar, irónicamente, a un efecto de enfriamiento global, pero no se va a enfriar en cero absoluto.
Según el Diario de Cuyo de San Juan, Argentina, en su editorial publicado el 12 de abril de 2007, reza en su editorial: "El hombre a desarrollado a lo largo de la historia distintos ideales pero, a su veces en su concreción, sólo piensa individualmente y no en los derechos de los demás. Perseguir la satisfacción de las necesidades individuales sin pensar en la importancia del planeta como aldea global, ha llevado a esta (nefasta) realidad."
Aunque los seres primitivos convivían mejor con sus recursos que el hombre moderno, la destrucción moderna del medio ambiente comenzó con la revolucion industrial que se originó en Europa en el siglo XXVIII. Sin embargo, los seres humanos antes de descubrir el fuego, vivían con una abundancia en recursos naturales. Ello dista de los actuales tiempos de escasez, en que se produce, generalmente, debido al desequilibrio entre la población y los recursos naturales disponibles.
El agua, sinónimo de vida en la tierra (el 75% del cuerpo humano está compuesto de agua), se está volviéndose en un recurso escaso. La sobreexplotación de los acuíferos en varias partes del mundo y la demanda creciente de agua creará conflictos entre el uso agrícola, industrial y doméstico de este recurso. En 2000, 508 millones de humanos vivían en 31 países afectados por escasez de agua y según una estadística de la OMS, poco más de mil millones de humanos carecían de acceso a agua no contaminada. África tiene el 11% de los recursos hídricos pero el 13% de la población, Asia tiene el 60% de la población pero el 36% del agua, Europa tiene 13% de la población, pero 8% de los recursos hídricos, el continente americano cuenta con el. Ello dista de la disponibilidad del agua en tiempos primitivos, que era mucho más abundante.
12 abril 2007
El desastre ecológico que viene (II)
Puede ser cierta la creencia popular de que “todo está tranquilo” solamente hasta cierto punto. Por ejemplo, un cuerpo puede estar en reposo hasta cierto límite, debido a la teoría de la relatividad. El espacio y el tiempo, no son propiedades “inmateriales” del Universo. Durante miles de millones, la atmósfera de nuestro planeta ha sido relativamente cambiada. En la época de los Dinosaurios, la atmósfera estaba compuesta de metano y oxígeno, mientras que en las primeras épocas de la humanidad, estaba compuesta de nitrógeno. Sin embargo, como consecuencia de la Revolución Industrial iniciada a mediados del siglo XXVIII, las emisiones de gases en exceso nocivos para el medio ambiente como el dióxido de carbono, el metano y el monóxido de carbono aumentaron considerablemente, cuyas causas ya son conocidas: incremento de las temperaturas de la atmósfera, incremento del nivel del mar, aumento de la frecuencia de ciclones, inundaciones, tsunamis, tornados y sequías, aumento del tamaño del agujero de la capa de ozono, etc.
Aunque el calentamiento global es un proceso natural, está siendo exacerbado por las actividades humanas. El calentamiento global, es un fenómeno que se caracteriza por la elevación paulatina de la temperatura de la Tierra en su conjunto. Sin embargo, es probable que no haya relación entre calentamiento global y cambio climático. El reciente episodio de calentamiento global de la historia terrestre se originó en el siglo XXVIII con la revolución industrial. Sin embargo, la reciente era del efecto invernadero empieza a finales del siglo XIX, cuando llegaba a su fin la Pequeña Edad de Hielo, cuyo punto decisivo fue la erupción del volcán Krakatoa. El principal contaminante es el dióxido de carbono (CO2), pero también están el metano (CH4), el vapor de agua, el ozono y otros. Principalmente, la contaminación del aire ocurre en las zonas urbanas e industriales.
Pero el aire no es el único gran afectado de la degradación ambiental. El agua ha sido también otra víctima de la contaminación ambiental. Las causas son conocidas: el exceso de nutrientes puede crear eutrofización, lo que causa el crecimiento rápido de algas, que pueden consumir el oxígeno velozmente; los desechos orgánicos en donde las poblaciones de bacterias pueden agotar el oxígeno con rapidez; agentes patógenos como bacterias, virus, protozoarios, parásitos que entran al agua provenientes de estos desechos orgánicos, sustancias químicas orgánicas en exceso; el exceso de sedimentos, entre otras causas.
El océano es en la actualidad “el basurero del mundo” lo cual traería efectos negativos para el futuro. La mayoría de las áreas costeras del mundo están contaminadas por las descargas de aguas negras, la sedimentación y los derrames de petróleo. Los ríos, lagos y lagunas que alimentan a los mares y océanos con sus aguas contaminadas influyen negativamente en el hábitat marino.
Los arrecifes coralinos son considerados como el eslabón primario de la cadena alimenticia del mar. Estos ecosistemas son extremadamente delicados, que actualmente se deterioran en todos los océanos. Éstos cuentan con la mayor variedad de especies acuáticas de todo el planeta.
Los derrames de petróleo causados por la mano humana suelen causar graves daños a los ecosistemas que viven allí. Los accidentes de barcos que transportan petróleo en grandes cantidades como el Amoco Cádiz (1978) o el Exxon Valdez (1989) suelen producir graves daños al medio ambiente marino, a veces irreversibles.
Sin embargo, no solamente los mares son las víctimas de la alteración ecológica impuesta por el hombre. Los ríos, la vena de la Tierra, se encuentran en peligro. Las causas son: sobre-extracción de sus aguas para fines agrícolas e industriales, la construcción de presas que bloquean el flujo acuático, así como la contaminación y sedimentación, además de la destrucción de los ecosistemas fluviales. Entre los ríos más afectados se encuentran el Ganges, el Indo, el Río de la Plata, el Danubio, el Grande, el Sena, el Rin, el Potomac, entre otros. El mar de Aral, antes el cuarto lago en extensión de nuestro planeta ahora es menos de la mitad de su superficie de hace 75 años. La cantidad desviada de agua para cubrir las necesidades a partir de los regadíos de los ríos que alimentan al mar de Aral, ha provocado que los aportes hídricos no sean suficientes para contrarrestar la pérdida de agua que afronta. Entre 1960 y 1984 el mar de Aral perdió cerca del 40% de su superficie, debido al uso continuado de sus aguas y las de los ríos que lo alimentan, Sir Daria y Amu Daria, para riego agrícola. Hacia 1997, la superficie del lago era menos del 50%.
El suelo también es víctima de la destrucción ambiental por la mano humana. Cada día se pierden 20.000 hectáreas en bosques, debido a la tala, las prácticas agrícolas nocivas, la compactación, el uso de sustancias ajenas al equilibrio ecológico, desastres nucleares, basura excesiva, etc.
Los bosques, el motor de la naturaleza, también han sufrido su destrucción a mano del hombre. Las selvas intertropicales ocupan actualmente el 6% del planeta y ahí viven más de la mitad de las especies vegetales. La quema o tala de bosques con la intención de crear autopistas, campos de concreto, embalses o campos de cultivo provoca casi siempre problemas ecológicos con la disminución de la extensión de éstos y de las especies vegetales.
Sin embargo, debe tenerse en cuenta que las plantaciones para reforestaciones no reemplazan al bosque, ya que éste es un ecosistema que tarda tiempo en formarse, constituyendo un biosistema que puede aprovechar óptimamente la luz solar.
En Brasil, durante el gobierno de Fernando Collor, fueron reservados 49.400 km2 de bosques vírgenes para una comunidad aborigen de 500 personas. Sin embargo, la tala y quema de bosques en este país que se había acelerado en los años 80, se encuentra bajo un control más estricto.
Aunque la deforestación sea un problema reciente, en épocas pasadas se pensaba que podía contribuir al progreso nacional. Los bosques eran destruidos y reemplazados por tierras de cultivo, minería e infraestructuras. En las épocas primitivas, el fuego era utilizado para destruir los bosques, un método peligroso que suele escapar al control y destruir grandes áreas de bosques. A mediados del siglo XIV la mayor parte del área forestal de Inglaterra ya estaba destruida. Sin embargo, en Europa y América del Norte la deforestación se aceleró entre los siglos XVIII y XX, con el fin de despejar tierras y dedicarlas a cultivos alimentarios para abastecer a las poblaciones industriales. La deforestación tropical aumentó rápidamente a partir de la Guerra Fría, debido al empleo de maquinaria pesada y al crecimiento de la población humana. Las tasas anuales de deforestación en varios países tropicales prácticamente aumentaron durante el último cuarto del siglo 20. La agricultura itinerante de tala y quema, muy practicada por los pequeños agricultores de las regiones tropicales, fue la responsable del 45% de la deforestación en África y Asia durante la década 199. Las explotaciones madereras constituyen una causa importante de deforestación en América del sur, el sureste de Asia, África central y, hasta cerca de 1990, África occidental.
La extensión de nuestro planeta ha facilitado la vida en él durante miles de millones de años. Sin embargo, la actividad humana desde tiempos primitivos, mediante las técnicas de caza y pesca, hasta nuestros días, mediante la maquinaria pesada y la pesca en gran escala, así como la invasión de especies exóticas al hábitat local, están destruyendo los ecosistemas locales. El hombre moderno, debido a su poca reflexión ecológica, ha destruido más ecosistemas que cualquier otra especie, poniendo al medio ambiente en rápido deterioro, lo que empezado a crear conciencia sobre el daño que ha hecho la humanidad al medio ambiente. Si el hombre no actúa frente al medio ambiente, podría ocurrir un “estrés ecológico”. Las especies animales y vegetales se están extinguiendo más rápido que nunca, lo que podría crear un nuevo episodio de extinción masiva en nuestro planeta.
El Panel Intergubernamental del Cambio Climático ha presentado ayer el nuevo informe de evaluación, en el que el cambio climático ya está afectando a diversos ecosistemas de nuestro planeta. Además el informe explica que los países más pobres del mundo van a ser los peor golpeados y los más vulnerables por el impacto del cambio climático. En América Latina, se perderían selvas tropicales que se transformarían en sabanas en el este de la Amazonía a mediados de este siglo, y probablemente se extingan varias especies, En las regiones más secas, las tierras de cultivos podrían transformarse en salares. En Norteamérica, disminuiría la superficie nevada, aumentaría la población de parásitos, las enfermedades y los incendios, lo que traería consecuencias negativas en los bosques. En África, el cambio climático afectará al año 2020 a hasta 250 millones de personas por la escasez de agua, lo que también repercutirá negativamente en el acceso a alimentos. Las cosechas, que dependen de la lluvia, podrían reducirse a la mitad para el año 2020. El calentamiento global ya está mermando la superficie de tierras cultivables. En Asia, los glaciares del Himalaya se están derritiéndose, lo que podría conducir a inundaciones y desprendimientos en las montañas. Las personas que habitan en los grandes deltas del sur, este y sudeste de Asia enfrentarán problemas con el suministro de agua dulce. Más de mil millones de personas podrían verse afectada para el año 2050. El cambio climático producirá en el sur de Europa una amenaza para la salud por las oleadas de calor, un mayor riesgo de incendio y también corren peligro las cosechas y bosques. Se estima que el 60% de las especias silvestres podrían extinguirse para el año 2080. En los polos, los casquetes polares y glaciares perderán grosor, lo que afectará a las aves migratorias, mamíferos y otros animales. El informe concluye que un 90 por ciento del calentamiento global observado desde 1950 es causado por la actividad humana.
Aunque el calentamiento global es un proceso natural, está siendo exacerbado por las actividades humanas. El calentamiento global, es un fenómeno que se caracteriza por la elevación paulatina de la temperatura de la Tierra en su conjunto. Sin embargo, es probable que no haya relación entre calentamiento global y cambio climático. El reciente episodio de calentamiento global de la historia terrestre se originó en el siglo XXVIII con la revolución industrial. Sin embargo, la reciente era del efecto invernadero empieza a finales del siglo XIX, cuando llegaba a su fin la Pequeña Edad de Hielo, cuyo punto decisivo fue la erupción del volcán Krakatoa. El principal contaminante es el dióxido de carbono (CO2), pero también están el metano (CH4), el vapor de agua, el ozono y otros. Principalmente, la contaminación del aire ocurre en las zonas urbanas e industriales.
Pero el aire no es el único gran afectado de la degradación ambiental. El agua ha sido también otra víctima de la contaminación ambiental. Las causas son conocidas: el exceso de nutrientes puede crear eutrofización, lo que causa el crecimiento rápido de algas, que pueden consumir el oxígeno velozmente; los desechos orgánicos en donde las poblaciones de bacterias pueden agotar el oxígeno con rapidez; agentes patógenos como bacterias, virus, protozoarios, parásitos que entran al agua provenientes de estos desechos orgánicos, sustancias químicas orgánicas en exceso; el exceso de sedimentos, entre otras causas.
El océano es en la actualidad “el basurero del mundo” lo cual traería efectos negativos para el futuro. La mayoría de las áreas costeras del mundo están contaminadas por las descargas de aguas negras, la sedimentación y los derrames de petróleo. Los ríos, lagos y lagunas que alimentan a los mares y océanos con sus aguas contaminadas influyen negativamente en el hábitat marino.
Los arrecifes coralinos son considerados como el eslabón primario de la cadena alimenticia del mar. Estos ecosistemas son extremadamente delicados, que actualmente se deterioran en todos los océanos. Éstos cuentan con la mayor variedad de especies acuáticas de todo el planeta.
Los derrames de petróleo causados por la mano humana suelen causar graves daños a los ecosistemas que viven allí. Los accidentes de barcos que transportan petróleo en grandes cantidades como el Amoco Cádiz (1978) o el Exxon Valdez (1989) suelen producir graves daños al medio ambiente marino, a veces irreversibles.
Sin embargo, no solamente los mares son las víctimas de la alteración ecológica impuesta por el hombre. Los ríos, la vena de la Tierra, se encuentran en peligro. Las causas son: sobre-extracción de sus aguas para fines agrícolas e industriales, la construcción de presas que bloquean el flujo acuático, así como la contaminación y sedimentación, además de la destrucción de los ecosistemas fluviales. Entre los ríos más afectados se encuentran el Ganges, el Indo, el Río de la Plata, el Danubio, el Grande, el Sena, el Rin, el Potomac, entre otros. El mar de Aral, antes el cuarto lago en extensión de nuestro planeta ahora es menos de la mitad de su superficie de hace 75 años. La cantidad desviada de agua para cubrir las necesidades a partir de los regadíos de los ríos que alimentan al mar de Aral, ha provocado que los aportes hídricos no sean suficientes para contrarrestar la pérdida de agua que afronta. Entre 1960 y 1984 el mar de Aral perdió cerca del 40% de su superficie, debido al uso continuado de sus aguas y las de los ríos que lo alimentan, Sir Daria y Amu Daria, para riego agrícola. Hacia 1997, la superficie del lago era menos del 50%.
El suelo también es víctima de la destrucción ambiental por la mano humana. Cada día se pierden 20.000 hectáreas en bosques, debido a la tala, las prácticas agrícolas nocivas, la compactación, el uso de sustancias ajenas al equilibrio ecológico, desastres nucleares, basura excesiva, etc.
Los bosques, el motor de la naturaleza, también han sufrido su destrucción a mano del hombre. Las selvas intertropicales ocupan actualmente el 6% del planeta y ahí viven más de la mitad de las especies vegetales. La quema o tala de bosques con la intención de crear autopistas, campos de concreto, embalses o campos de cultivo provoca casi siempre problemas ecológicos con la disminución de la extensión de éstos y de las especies vegetales.
Sin embargo, debe tenerse en cuenta que las plantaciones para reforestaciones no reemplazan al bosque, ya que éste es un ecosistema que tarda tiempo en formarse, constituyendo un biosistema que puede aprovechar óptimamente la luz solar.
En Brasil, durante el gobierno de Fernando Collor, fueron reservados 49.400 km2 de bosques vírgenes para una comunidad aborigen de 500 personas. Sin embargo, la tala y quema de bosques en este país que se había acelerado en los años 80, se encuentra bajo un control más estricto.
Aunque la deforestación sea un problema reciente, en épocas pasadas se pensaba que podía contribuir al progreso nacional. Los bosques eran destruidos y reemplazados por tierras de cultivo, minería e infraestructuras. En las épocas primitivas, el fuego era utilizado para destruir los bosques, un método peligroso que suele escapar al control y destruir grandes áreas de bosques. A mediados del siglo XIV la mayor parte del área forestal de Inglaterra ya estaba destruida. Sin embargo, en Europa y América del Norte la deforestación se aceleró entre los siglos XVIII y XX, con el fin de despejar tierras y dedicarlas a cultivos alimentarios para abastecer a las poblaciones industriales. La deforestación tropical aumentó rápidamente a partir de la Guerra Fría, debido al empleo de maquinaria pesada y al crecimiento de la población humana. Las tasas anuales de deforestación en varios países tropicales prácticamente aumentaron durante el último cuarto del siglo 20. La agricultura itinerante de tala y quema, muy practicada por los pequeños agricultores de las regiones tropicales, fue la responsable del 45% de la deforestación en África y Asia durante la década 199. Las explotaciones madereras constituyen una causa importante de deforestación en América del sur, el sureste de Asia, África central y, hasta cerca de 1990, África occidental.
La extensión de nuestro planeta ha facilitado la vida en él durante miles de millones de años. Sin embargo, la actividad humana desde tiempos primitivos, mediante las técnicas de caza y pesca, hasta nuestros días, mediante la maquinaria pesada y la pesca en gran escala, así como la invasión de especies exóticas al hábitat local, están destruyendo los ecosistemas locales. El hombre moderno, debido a su poca reflexión ecológica, ha destruido más ecosistemas que cualquier otra especie, poniendo al medio ambiente en rápido deterioro, lo que empezado a crear conciencia sobre el daño que ha hecho la humanidad al medio ambiente. Si el hombre no actúa frente al medio ambiente, podría ocurrir un “estrés ecológico”. Las especies animales y vegetales se están extinguiendo más rápido que nunca, lo que podría crear un nuevo episodio de extinción masiva en nuestro planeta.
El Panel Intergubernamental del Cambio Climático ha presentado ayer el nuevo informe de evaluación, en el que el cambio climático ya está afectando a diversos ecosistemas de nuestro planeta. Además el informe explica que los países más pobres del mundo van a ser los peor golpeados y los más vulnerables por el impacto del cambio climático. En América Latina, se perderían selvas tropicales que se transformarían en sabanas en el este de la Amazonía a mediados de este siglo, y probablemente se extingan varias especies, En las regiones más secas, las tierras de cultivos podrían transformarse en salares. En Norteamérica, disminuiría la superficie nevada, aumentaría la población de parásitos, las enfermedades y los incendios, lo que traería consecuencias negativas en los bosques. En África, el cambio climático afectará al año 2020 a hasta 250 millones de personas por la escasez de agua, lo que también repercutirá negativamente en el acceso a alimentos. Las cosechas, que dependen de la lluvia, podrían reducirse a la mitad para el año 2020. El calentamiento global ya está mermando la superficie de tierras cultivables. En Asia, los glaciares del Himalaya se están derritiéndose, lo que podría conducir a inundaciones y desprendimientos en las montañas. Las personas que habitan en los grandes deltas del sur, este y sudeste de Asia enfrentarán problemas con el suministro de agua dulce. Más de mil millones de personas podrían verse afectada para el año 2050. El cambio climático producirá en el sur de Europa una amenaza para la salud por las oleadas de calor, un mayor riesgo de incendio y también corren peligro las cosechas y bosques. Se estima que el 60% de las especias silvestres podrían extinguirse para el año 2080. En los polos, los casquetes polares y glaciares perderán grosor, lo que afectará a las aves migratorias, mamíferos y otros animales. El informe concluye que un 90 por ciento del calentamiento global observado desde 1950 es causado por la actividad humana.
01 abril 2007
El desastre ecológico que viene (I)
Una de las graves amenazas de nuestros tiempos es el cambio climático que ya ha sido anunciado en la Biblia, los mayas y la comunidad científica. El científico Sir Stephen Hawking dijo que "el cambio climático es una amenaza mayor que el terrorismo para nuestro planeta... Alertamos al mundo de los peligros que prevemos si los gobiernos no inutilizan las armas nucleares y evitan un mayor cambio climático. La actividad humana y el avance desenfrenado de la tecnología está transformando dramáticamente el clima, de forma que cambiará para siempre la vida en este planeta." Hawking dijo también que "llegará el tiempo en que sobre la Tierra lloverá ácido sulfúrico".
A partir del siglo XVII, la humanidad empezó a utilizar combustibles fósiles que la Tierra había acumulado en el subsuelo durante su larga historia geológica. La quema de petróleo, carbón y gas natural ha causado un aumento de la densidad del dióxido de carbono en la atmósfera que en la actualidad es de 1,4 ppm al año y produce el consiguiente aumento de la temperatura. Se estima que en los últimos 150 años, la temperatura de la atmósfera aumentó en 0,5°C y se pronostica un aumento de 1°C en 2020 y otro de 2°C en 2050. Según el suplemento Dominical del diario El Comercio de la capital publicado hoy, si se calienta la meseta de Junín podrían desaparecer las tierras fertiles, aptas para cultivar maca. Si el hielo derretido del casquete polar ártico invade las zonas de corriente, alterará la salinidad del agua y se producirían cambios climáticos severos en el Hemisferio Norte. El Huascarán pudo haber sido una maravilla fotográfica para el recuerdo, pero hoy es un desastre; a pesar de que la montaña mide 6.768 metros, podría quedarse sin agua dentro de casi 100 años.
La amenaza contra la vida salvaje ha sido una constante en la historia de la humanidad. En 1967, en un artículo de la revista Life, el famoso aviador Charles Lindbergh dijo: "La vida salvaje es también del hombre... Si nuestra civilización estuviera más tecnificada, sofisticada y delicada, mayores seran las causas de que una crisis nos lleve a la barbarie." Eso es lo que está ocurriendo: deforestación masiva, emisión de gases contaminantes, destrucción de los recursos renovables, agotamiento de recursos prácticamente escasos como el petróleo, agua y otros. Esto es lo que dijo Lester Brown en su libro más reciente, Plan B 2.0: "Nuestra civilización está ahora en un destino económico que no puede sostenerse en sentido ecológico, lo que nos lleva hacia el desastre y probablemente fracaso económicos."
Según Leonardo Boff, "para toda la Humanidad, el tipo de desarrollo hoy imperante, requeriría tres planetas iguales al nuestro". Ello quiere decir que "solo tenemos esta único planeta para habitar, sus recursos son limitados, muchos de éstos no son renovables, el agua dulce en la actualidad es el bien más escaso de la naturaleza, la energía fósil, motor de la revolución industrial, tiene los días contados y el crecimiento demográfico es amenazador."
Según el sitio Rebelión.org, "lo sostenible es lo sencillo, lo austero y se contrapone al consumo consumo desenfrenado, al mundo de la moda, al mundo de la publicidad que busca hacernos sentir feos y gordos para luego poder vendernos productos cosméticos que nos hagan tan atractivos y seductores como la misma publicidad dice que tenemos que ser. Sobra decir que la austeridad o la sencillez en el consumo es la bicha de la economía de mercado y por tanto, la promoción y práctica de alternativas no monetarizadas, como las cooperativas, el trueque, la reutilización o reducción en la compra de productos son opciones radicales y con posibilidad de incidir en la transformación social."
No hay que olvidar que el ritmo de consumo ha crecido en 70% entre 1961 y 2005, según un estudio del Fondo Mundial para la Naturaleza. La huella ecológica ha superado la capacidad creadora de recursos de nuestro planeta desde la década de 1981-1990. Sin embargo, ¿porqué estamos consumiendo más de lo que la Tierra puede crear; en la actualidad la civilización está consumiendo el 120% de los recursos que produce el planeta. Nuestro planeta es una fuente de recursos, pero no puede considerarse inagotable por que es materia bariónica, y esta materia bariónica esta formada por átomos, neutrones y protones. Además, si destruyéramos toda la masa de nuestro planeta Tierra a la velocidad de la luz, solamente habría un espacio vacío. Cero absoluto. Y eso es: ni la masa ni la energía no se puede conservar (contrariamente a la percepción científica actual, que piensa que la materia-energía no se crea ni se destruye). La huella ecológica es más evidente en los países industriales: los diez primeros países con mayor huella ecológica son: Estados Unidos, Australia, Kuwait, Suecia, Finlandia, Canadá, Dinamarca, Irlanda, Noruega y Francia.
Según el Living Planet Report 2007, "los ecosisitemas naturales del planeta están siendo degradados a tasas sin precendentes en la historia reciente". Según el reporte, las proyecciones de la huella ecológica humana para 2050 requerirían del uso de los recursos naturales de dos planetas similares al nuestro. El estudio estima que entre 1961 y 2005, se han extinguido un 31% de las especies terrestres, un 28% de las especies de agua dulce y 27% de las especies marinas. La huella ecológica de la humanidad excede la biocapacidad de la Tierra en ¡25%!
Según James Leape: "Estamos frente a una demanda ecológica en alza, consumiendo recuros con mayor velocidad que la capacidad natural de la Tierra para regenerarlos, y las consecuencias de este tipo de consumo ya son conocidas."
Prosigue Leape: "es tiempo de tomar decisiones vitales: cambiar nuestros estándares de vida para reducir nuestro impacto en la naturaleza, pero no será fácil. Las ciudades, las fuentes energéticas y los hogares en que vivimos deben transformar sus patrones para una vida sostenible, nosotros y las futuras generaciones." Esto deja claro que el modo de vida de los países industriales no debe extenderse al resto del mundo, por lo que una economía mundial sostenible exige una restricción del consumo en dichos países.
Volveremos a hablar del desastre ecológico la próxima vez.
A partir del siglo XVII, la humanidad empezó a utilizar combustibles fósiles que la Tierra había acumulado en el subsuelo durante su larga historia geológica. La quema de petróleo, carbón y gas natural ha causado un aumento de la densidad del dióxido de carbono en la atmósfera que en la actualidad es de 1,4 ppm al año y produce el consiguiente aumento de la temperatura. Se estima que en los últimos 150 años, la temperatura de la atmósfera aumentó en 0,5°C y se pronostica un aumento de 1°C en 2020 y otro de 2°C en 2050. Según el suplemento Dominical del diario El Comercio de la capital publicado hoy, si se calienta la meseta de Junín podrían desaparecer las tierras fertiles, aptas para cultivar maca. Si el hielo derretido del casquete polar ártico invade las zonas de corriente, alterará la salinidad del agua y se producirían cambios climáticos severos en el Hemisferio Norte. El Huascarán pudo haber sido una maravilla fotográfica para el recuerdo, pero hoy es un desastre; a pesar de que la montaña mide 6.768 metros, podría quedarse sin agua dentro de casi 100 años.
La amenaza contra la vida salvaje ha sido una constante en la historia de la humanidad. En 1967, en un artículo de la revista Life, el famoso aviador Charles Lindbergh dijo: "La vida salvaje es también del hombre... Si nuestra civilización estuviera más tecnificada, sofisticada y delicada, mayores seran las causas de que una crisis nos lleve a la barbarie." Eso es lo que está ocurriendo: deforestación masiva, emisión de gases contaminantes, destrucción de los recursos renovables, agotamiento de recursos prácticamente escasos como el petróleo, agua y otros. Esto es lo que dijo Lester Brown en su libro más reciente, Plan B 2.0: "Nuestra civilización está ahora en un destino económico que no puede sostenerse en sentido ecológico, lo que nos lleva hacia el desastre y probablemente fracaso económicos."
Según Leonardo Boff, "para toda la Humanidad, el tipo de desarrollo hoy imperante, requeriría tres planetas iguales al nuestro". Ello quiere decir que "solo tenemos esta único planeta para habitar, sus recursos son limitados, muchos de éstos no son renovables, el agua dulce en la actualidad es el bien más escaso de la naturaleza, la energía fósil, motor de la revolución industrial, tiene los días contados y el crecimiento demográfico es amenazador."
Según el sitio Rebelión.org, "lo sostenible es lo sencillo, lo austero y se contrapone al consumo consumo desenfrenado, al mundo de la moda, al mundo de la publicidad que busca hacernos sentir feos y gordos para luego poder vendernos productos cosméticos que nos hagan tan atractivos y seductores como la misma publicidad dice que tenemos que ser. Sobra decir que la austeridad o la sencillez en el consumo es la bicha de la economía de mercado y por tanto, la promoción y práctica de alternativas no monetarizadas, como las cooperativas, el trueque, la reutilización o reducción en la compra de productos son opciones radicales y con posibilidad de incidir en la transformación social."
No hay que olvidar que el ritmo de consumo ha crecido en 70% entre 1961 y 2005, según un estudio del Fondo Mundial para la Naturaleza. La huella ecológica ha superado la capacidad creadora de recursos de nuestro planeta desde la década de 1981-1990. Sin embargo, ¿porqué estamos consumiendo más de lo que la Tierra puede crear; en la actualidad la civilización está consumiendo el 120% de los recursos que produce el planeta. Nuestro planeta es una fuente de recursos, pero no puede considerarse inagotable por que es materia bariónica, y esta materia bariónica esta formada por átomos, neutrones y protones. Además, si destruyéramos toda la masa de nuestro planeta Tierra a la velocidad de la luz, solamente habría un espacio vacío. Cero absoluto. Y eso es: ni la masa ni la energía no se puede conservar (contrariamente a la percepción científica actual, que piensa que la materia-energía no se crea ni se destruye). La huella ecológica es más evidente en los países industriales: los diez primeros países con mayor huella ecológica son: Estados Unidos, Australia, Kuwait, Suecia, Finlandia, Canadá, Dinamarca, Irlanda, Noruega y Francia.
Según el Living Planet Report 2007, "los ecosisitemas naturales del planeta están siendo degradados a tasas sin precendentes en la historia reciente". Según el reporte, las proyecciones de la huella ecológica humana para 2050 requerirían del uso de los recursos naturales de dos planetas similares al nuestro. El estudio estima que entre 1961 y 2005, se han extinguido un 31% de las especies terrestres, un 28% de las especies de agua dulce y 27% de las especies marinas. La huella ecológica de la humanidad excede la biocapacidad de la Tierra en ¡25%!
Según James Leape: "Estamos frente a una demanda ecológica en alza, consumiendo recuros con mayor velocidad que la capacidad natural de la Tierra para regenerarlos, y las consecuencias de este tipo de consumo ya son conocidas."
Prosigue Leape: "es tiempo de tomar decisiones vitales: cambiar nuestros estándares de vida para reducir nuestro impacto en la naturaleza, pero no será fácil. Las ciudades, las fuentes energéticas y los hogares en que vivimos deben transformar sus patrones para una vida sostenible, nosotros y las futuras generaciones." Esto deja claro que el modo de vida de los países industriales no debe extenderse al resto del mundo, por lo que una economía mundial sostenible exige una restricción del consumo en dichos países.
Volveremos a hablar del desastre ecológico la próxima vez.
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