12 abril 2007

El desastre ecológico que viene (II)

Puede ser cierta la creencia popular de que “todo está tranquilo” solamente hasta cierto punto. Por ejemplo, un cuerpo puede estar en reposo hasta cierto límite, debido a la teoría de la relatividad. El espacio y el tiempo, no son propiedades “inmateriales” del Universo. Durante miles de millones, la atmósfera de nuestro planeta ha sido relativamente cambiada. En la época de los Dinosaurios, la atmósfera estaba compuesta de metano y oxígeno, mientras que en las primeras épocas de la humanidad, estaba compuesta de nitrógeno. Sin embargo, como consecuencia de la Revolución Industrial iniciada a mediados del siglo XXVIII, las emisiones de gases en exceso nocivos para el medio ambiente como el dióxido de carbono, el metano y el monóxido de carbono aumentaron considerablemente, cuyas causas ya son conocidas: incremento de las temperaturas de la atmósfera, incremento del nivel del mar, aumento de la frecuencia de ciclones, inundaciones, tsunamis, tornados y sequías, aumento del tamaño del agujero de la capa de ozono, etc.

Aunque el calentamiento global es un proceso natural, está siendo exacerbado por las actividades humanas. El calentamiento global, es un fenómeno que se caracteriza por la elevación paulatina de la temperatura de la Tierra en su conjunto. Sin embargo, es probable que no haya relación entre calentamiento global y cambio climático. El reciente episodio de calentamiento global de la historia terrestre se originó en el siglo XXVIII con la revolución industrial. Sin embargo, la reciente era del efecto invernadero empieza a finales del siglo XIX, cuando llegaba a su fin la Pequeña Edad de Hielo, cuyo punto decisivo fue la erupción del volcán Krakatoa. El principal contaminante es el dióxido de carbono (CO2), pero también están el metano (CH4), el vapor de agua, el ozono y otros. Principalmente, la contaminación del aire ocurre en las zonas urbanas e industriales.

Pero el aire no es el único gran afectado de la degradación ambiental. El agua ha sido también otra víctima de la contaminación ambiental. Las causas son conocidas: el exceso de nutrientes puede crear eutrofización, lo que causa el crecimiento rápido de algas, que pueden consumir el oxígeno velozmente; los desechos orgánicos en donde las poblaciones de bacterias pueden agotar el oxígeno con rapidez; agentes patógenos como bacterias, virus, protozoarios, parásitos que entran al agua provenientes de estos desechos orgánicos, sustancias químicas orgánicas en exceso; el exceso de sedimentos, entre otras causas.

El océano es en la actualidad “el basurero del mundo” lo cual traería efectos negativos para el futuro. La mayoría de las áreas costeras del mundo están contaminadas por las descargas de aguas negras, la sedimentación y los derrames de petróleo. Los ríos, lagos y lagunas que alimentan a los mares y océanos con sus aguas contaminadas influyen negativamente en el hábitat marino.

Los arrecifes coralinos son considerados como el eslabón primario de la cadena alimenticia del mar. Estos ecosistemas son extremadamente delicados, que actualmente se deterioran en todos los océanos. Éstos cuentan con la mayor variedad de especies acuáticas de todo el planeta.

Los derrames de petróleo causados por la mano humana suelen causar graves daños a los ecosistemas que viven allí. Los accidentes de barcos que transportan petróleo en grandes cantidades como el Amoco Cádiz (1978) o el Exxon Valdez (1989) suelen producir graves daños al medio ambiente marino, a veces irreversibles.

Sin embargo, no solamente los mares son las víctimas de la alteración ecológica impuesta por el hombre. Los ríos, la vena de la Tierra, se encuentran en peligro. Las causas son: sobre-extracción de sus aguas para fines agrícolas e industriales, la construcción de presas que bloquean el flujo acuático, así como la contaminación y sedimentación, además de la destrucción de los ecosistemas fluviales. Entre los ríos más afectados se encuentran el Ganges, el Indo, el Río de la Plata, el Danubio, el Grande, el Sena, el Rin, el Potomac, entre otros. El mar de Aral, antes el cuarto lago en extensión de nuestro planeta ahora es menos de la mitad de su superficie de hace 75 años. La cantidad desviada de agua para cubrir las necesidades a partir de los regadíos de los ríos que alimentan al mar de Aral, ha provocado que los aportes hídricos no sean suficientes para contrarrestar la pérdida de agua que afronta. Entre 1960 y 1984 el mar de Aral perdió cerca del 40% de su superficie, debido al uso continuado de sus aguas y las de los ríos que lo alimentan, Sir Daria y Amu Daria, para riego agrícola. Hacia 1997, la superficie del lago era menos del 50%.

El suelo también es víctima de la destrucción ambiental por la mano humana. Cada día se pierden 20.000 hectáreas en bosques, debido a la tala, las prácticas agrícolas nocivas, la compactación, el uso de sustancias ajenas al equilibrio ecológico, desastres nucleares, basura excesiva, etc.

Los bosques, el motor de la naturaleza, también han sufrido su destrucción a mano del hombre. Las selvas intertropicales ocupan actualmente el 6% del planeta y ahí viven más de la mitad de las especies vegetales. La quema o tala de bosques con la intención de crear autopistas, campos de concreto, embalses o campos de cultivo provoca casi siempre problemas ecológicos con la disminución de la extensión de éstos y de las especies vegetales.

Sin embargo, debe tenerse en cuenta que las plantaciones para reforestaciones no reemplazan al bosque, ya que éste es un ecosistema que tarda tiempo en formarse, constituyendo un biosistema que puede aprovechar óptimamente la luz solar.

En Brasil, durante el gobierno de Fernando Collor, fueron reservados 49.400 km2 de bosques vírgenes para una comunidad aborigen de 500 personas. Sin embargo, la tala y quema de bosques en este país que se había acelerado en los años 80, se encuentra bajo un control más estricto.

Aunque la deforestación sea un problema reciente, en épocas pasadas se pensaba que podía contribuir al progreso nacional. Los bosques eran destruidos y reemplazados por tierras de cultivo, minería e infraestructuras. En las épocas primitivas, el fuego era utilizado para destruir los bosques, un método peligroso que suele escapar al control y destruir grandes áreas de bosques. A mediados del siglo XIV la mayor parte del área forestal de Inglaterra ya estaba destruida. Sin embargo, en Europa y América del Norte la deforestación se aceleró entre los siglos XVIII y XX, con el fin de despejar tierras y dedicarlas a cultivos alimentarios para abastecer a las poblaciones industriales. La deforestación tropical aumentó rápidamente a partir de la Guerra Fría, debido al empleo de maquinaria pesada y al crecimiento de la población humana. Las tasas anuales de deforestación en varios países tropicales prácticamente aumentaron durante el último cuarto del siglo 20. La agricultura itinerante de tala y quema, muy practicada por los pequeños agricultores de las regiones tropicales, fue la responsable del 45% de la deforestación en África y Asia durante la década 199. Las explotaciones madereras constituyen una causa importante de deforestación en América del sur, el sureste de Asia, África central y, hasta cerca de 1990, África occidental.

La extensión de nuestro planeta ha facilitado la vida en él durante miles de millones de años. Sin embargo, la actividad humana desde tiempos primitivos, mediante las técnicas de caza y pesca, hasta nuestros días, mediante la maquinaria pesada y la pesca en gran escala, así como la invasión de especies exóticas al hábitat local, están destruyendo los ecosistemas locales. El hombre moderno, debido a su poca reflexión ecológica, ha destruido más ecosistemas que cualquier otra especie, poniendo al medio ambiente en rápido deterioro, lo que empezado a crear conciencia sobre el daño que ha hecho la humanidad al medio ambiente. Si el hombre no actúa frente al medio ambiente, podría ocurrir un “estrés ecológico”. Las especies animales y vegetales se están extinguiendo más rápido que nunca, lo que podría crear un nuevo episodio de extinción masiva en nuestro planeta.

El Panel Intergubernamental del Cambio Climático ha presentado ayer el nuevo informe de evaluación, en el que el cambio climático ya está afectando a diversos ecosistemas de nuestro planeta. Además el informe explica que los países más pobres del mundo van a ser los peor golpeados y los más vulnerables por el impacto del cambio climático. En América Latina, se perderían selvas tropicales que se transformarían en sabanas en el este de la Amazonía a mediados de este siglo, y probablemente se extingan varias especies, En las regiones más secas, las tierras de cultivos podrían transformarse en salares. En Norteamérica, disminuiría la superficie nevada, aumentaría la población de parásitos, las enfermedades y los incendios, lo que traería consecuencias negativas en los bosques. En África, el cambio climático afectará al año 2020 a hasta 250 millones de personas por la escasez de agua, lo que también repercutirá negativamente en el acceso a alimentos. Las cosechas, que dependen de la lluvia, podrían reducirse a la mitad para el año 2020. El calentamiento global ya está mermando la superficie de tierras cultivables. En Asia, los glaciares del Himalaya se están derritiéndose, lo que podría conducir a inundaciones y desprendimientos en las montañas. Las personas que habitan en los grandes deltas del sur, este y sudeste de Asia enfrentarán problemas con el suministro de agua dulce. Más de mil millones de personas podrían verse afectada para el año 2050. El cambio climático producirá en el sur de Europa una amenaza para la salud por las oleadas de calor, un mayor riesgo de incendio y también corren peligro las cosechas y bosques. Se estima que el 60% de las especias silvestres podrían extinguirse para el año 2080. En los polos, los casquetes polares y glaciares perderán grosor, lo que afectará a las aves migratorias, mamíferos y otros animales. El informe concluye que un 90 por ciento del calentamiento global observado desde 1950 es causado por la actividad humana.

No hay comentarios.: