07 mayo 2007

La magia de Pérez Prado

Quien no haya escuchado la música de Pérez Prado recordará que la versión más reciente de Mambo N° 5 de Lou Bega es en realidad un cover del popular sencillo de Pérez Prado de 1952. Pues vamos a hablar de Dámaso Pérez Prado, el rey del mambo. Antes de que Santana, Menudo, Julio Iglesias, Gloria Estefan, Marc Anthony, Ricky Martin, Shakira o Daddy Yankee conquistaran el mundo angloparlante, hubo un latino que conquisto el mundo. Su nombre: Dámaso Pérez Prado. Nació el 11 de diciembre de 1916 en Matanzas, Cuba. Su madre era profesora, su padre era vendedor de periódicos. Estudió piano en su infancia, más adelante tocó el organo y el piano en los clubes localres. Por breve tiempo, fue pianista de la Sonora Matancera, el grupo musical más famoso de Cuba. Trabajó con orquestas de casino en La Habana en los años 40 del siglo pasado y ganó repuitación siendo un músico muy imaginativo. Su sobrenombre era "Cara de Foca". En 1948 se mudó a México para formar su banda propia y grabar para RCA-Victor. Se especializó rápidamente en mambos, una adaptación del danzón cubano. Sus mambos destacaron entre sus competidores, con sus ardientes contrabajos y fuertes contrapuntos de saxofón, y en mayor número, los conocidos gruñidos de Prado. En 1950, el arreglista Sonny Burke escuchó "Qué rico mambo" mientras vacacionaba en México y lo grabó de nuevo en los EEUU como Mambo Jambo. El sencilo fue un éxito y Pérez Prado decidió enriquecerse del éxito y visitó los Estados Unidos. Sus apariciones en 1951 fueron éxitos de venta y él comenzó a grabar para RCA Victor en EEUU. Prado es el compositor de piezas famosas como Mambo N° 5 (luego un éxito en el Reino Unido para Lou Bega en 1999) y Mambo N° 8. En el clímax del movimiento mambo en 1955, Pérez Prado alcanzó el tope del Billboard con una versión en cha-cha de Cherry Pink and Apple Blossom White, compuesto por Louiguy, manteniéndose en el primer lugar por 10 semanas consecutivas. En 1958, Pérez Prado llegó al N° 1 con una de sus composiciones, Patricia. Esta pieza apareció en una escena de la película La Dolce Vita de Fellini. Su popularidad en los Estados Unidos coincidió con la primera onda de interés en música latina fuera de las comunidades latinas durante los años 1940s, 1950s y 1960s. Pérez Prado apareció también en el cine estadounidense y europeo así como en el mexicano. Con el fin de la década, su éxito menguó y el tiempo dio espacio a nuevos ritmos como el rocanrol, luego el pop y después el hip hop. Su asociación con RCA terminó en los años 60 y su producción se limitó a pequeñas firmas y antologías recicladas. Al comenzar los años 70, Pérez Prado regresó permanentemente a su apartamento en las afueras del Paseo de la Reforma de la Ciudad de México para vivir con su esposa y dos hijos, Dámaso Pérez Salinas y María Engracia Pérez. Pese a su desvaneciente fama en los EEUU, su carrera en Latinoamérica era más fuerta que nunca. Continuaba realizando giras y grabando material que fue lanzado en Latinoamérica y Japón. Él fue reverenciado como uno de los gigantes reinantes de la música y fue un intérprete regular en la televisión mexicana. En Japón, una grabación en vivo de su gira de 1973 fue lanzada en LP vía un formato inicial de 4 canales. En 1981, apareció en una obra musical llamada Sol, que tuvo una larga temporada en la capital mejicana. Su última aparición fue en Hollywood el 12 de septiembre de 1987, cuando él tocó a casa llena. Éste sería el año de su última grabación. Su deteriorante salud lo molestó dos años después, muriendo de un infarto en Ciudad de México, el 14 de septiembre de 1989, a los 72 años.

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