El 11 de marzo de 2011, los peruanos nos despertamos con una mala noticia: un terremoto y posterior tsunami afectó la prefectura de Miyagi en Japón. La ciudad costera de Sendai fue arrasada por un gigantesco maremoto. Y lo peor estaba por venir. La central nuclear de Fukushima que fue dañada por el sismo, registró un nivel de radiactividad mil veces superior a la normal. Mi papá en ese día caminó por las playas del Sur. Sin embargo la alerta de maremoto fue puesta en marcha en todo el Océano Pacífico. El número de muertos inicialmente fue de 2.000 a 3.000 pero fue elevándose hasta 20.000 debido al descubrimiento de cadáveres. Por la alerta de maremoto no pude ir a Miraflores el domingo pasado sino al Jockey Plaza. Cuando pasó el susto del terremoto en Japón, todo iba bien personalmente. Sin embargo, el miércoles me cayó una mala noticia: uno de mis tíos de mayor edad, Alfredo, murió de un paro cardíaco. El jueves fui al sepelio y posterior funeral. He aquí las fotos.
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