08 agosto 2015

Es tiempo de que Venezuela aplique un paquete económico

El 8 de agosto de 1990, el entonces ministro de Economía, Juan Carlos Hurtado, anuncio un paquete de medidas económicas que puso fin a la crisis económica que venía padeciendo el Perú, conocido como Fujishock. Entre estas medidas se incluyó la eliminación de los subsidios a numerosos productos de consumo y la eliminación del Mercado Único de Cambios, sin embargo el aumento más importante fue el del precio de la gasolina que saltó de 6.000 a 180.000 intis, puesto que las pérdidas de la industria petrolera eran enromes. Aunque este shock no estuvo exento de protestas, lo cierto es que en cuatro años, la inflación cayó de 7.650% a solamente 15% anual. Por razones del destino, la economía nacional no volvería a crecer hasta 1993. Hoy en Venezuela, la situación es similar a la que se vivió en el Perú a fines de julio de 1990: escasez, huelga, saqueos, una creciente desilusión con el gobierno de turno, desempleo, fuga de talentos, mendicidad, altos índices de corrupción en las altas esferas del Estado, etc. Sin embargo, las raíces de la crisis venezolana van mucho más allá. En 1946, el gobierno Venezolano aplica el subsidio al petróleo por considerarlo un bien público. Usando esta estrategia, el Gobierno venezolano hizo del petróleo un bien «de interés nacional». Como consecuencia de la primera gran crisis de los precios de las materias primas a partir de 1973, los países exportadores de tales recursos se beneficiaron enormemente del aumento de los precios internacionales. Sin embargo, tras la caída de estos en 1975, se llevó a estos países a replantear su política económica. Aunque un nuevo boom de precios estallaría a fines de los 70, las políticas monetaristas impuestas por Margaret Thatcher en el Reino Unido y Ronald Reagan en los Estados Unidos provocaron una caída del precio de las materias primas a nivel mundial. Ello conllevó a numerosos países a registrar pérdidas enormes en la balanza de pagos. Como consecuencia de la crisis de la deuda mexicana en 1982, se genero una plaga que arrastró a todas las economías latinoamericanas, que dependían de las ganancias netas de las materias primas para sobrevivir. La moneda venezolana estaba sobrevaluada con respecto al dólar y el 18 de febrero de 1983 el gobierno de Luis Herrera Campins anuncia la flotación del bolívar en los mercados financieros. En 1989, el segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez aplica un paquete de medidas económicas que resulta en un caos social llamado el Caracazo. El precio de la gasolina se mantuvo inmóvil por siete años, hasta que el gobierno de Rafael Caldera lo sube como parte de una medida económica recomendada por el FMI en 1996. Desde ese año y hasta ahora, los precios de la gasolina y los de los demás combustibles derivados del petróleo se mantuvieron sin cambios, pese que desde hace 10 años estos precios son inferiores a los de producción, hasta llegar al ridículo precio de US$ 0,0001 por litro de gasolina, mientras que el precio internacional de venta es de US$ 1,25, lo que se traduce en una diferencia de 1.249.900% entre el precio venezolano y el internacional. Hoy, Venezuela enfrenta una situación a la similar vivida en Bolivia en 1985, Chile en 1973, o Perú en 1990. El gobierno venezolano debe de aplicar una terapia de shock de corte liberal para revivir su alicaída economía, eliminándose el tipo de cambio subsidiado y con ello liberando los precios de todos los productos al consumidor. La estrategia de los países productores de petróleo de subsidiar los combustibles derivados de este recurso, data de las épocas en que el petróleo era considerado un bien de interés público. Hoy, con el creciente pensamiento de que subsidiar los hidrocarburos es un despilfarro de recursos, muchos países implementaron políticas para sincerar los precios de estos. Hay que diferenciar entre la extracción de petróleo y la producción de combustibles derivados, porque estos últimos son un producto derivado que necesita venderse como producto con valor agregado, no como un subsidio para favorecer el orgullo nacional. Irán fue el primer país exportador de petróleo en flotar los precios de sus combustibles derivados al nivel del mercado y esta semana Emiratos Árabes Unidos hizo lo mismo con los precios de los combustibles derivados del petróleo. Es tiempo de que Venezuela adopte un paquete económico para salir del estancamiento económico en que se encuentra.

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