03 marzo 2017

Al diablo con el Óscar

El domingo 26 de febrero, luego de darme un paseo con mi papá, estuve listo para ver la ceremonia de premiación del Óscar por televisión. En eso, la imagen del televisor de mi familia se congeló por una deficiencia técnica. Mientras que cuando éramos abonados al servicio de televisión por cable de Movistar, no nos perdíamos ni un momento de los Óscar, la mayor premiación de la industria cinematográfica. Mi primer contacto con los premios Óscar fue a los cinco años, cuando fue transmitido en un videotape por el canal 5 y que fue presentado por Pepe Ludmir. Desde 1996, el canal 2 lo transmite en directo y vía satélite, a diferencia de lo que hacía el canal 5. Recuerdo el momento en que Sophia Loren gritó el nombre Roberto Benigni al anunciar el Óscar a la mejor película de lengua no inglesa allá por 1999. O recuerdo que en 2013, cuando Jennifer Lawrence se tropezó al subir al escenario antes de recibir su premio. Pero, al perderme la transmisión del Óscar este año, me perdí el momento más embarazoso de la ceremonia, cuando Warren Beatty anunció erróneamente que La La Land había sido la vencedora de la categoría de mejor largometraje. Al final, el productor Jordan Horowitz anunció que Luz de luna y no La La Land había ganado el Óscar. Pero, así son las cosas, amigos.